Premio histórico para publicidad uruguaya

El Festival Iberoamericano de la Publicidad (FIAP), evento que comenzó en 1969 en Rosario y que este año se llevó a cabo en México con cerca de 8.500 piezas participantes, inscribió en su lista de ganadores a dos uruguayos por primera vez en la categoría “estudiantes” en 2015.

Maximiliano Arbes y Nicolás Vignolo, egresados de la escuela Brother Montevideo en diciembre de 2014, fueron los responsables del mejor proyecto en su categoría, que tiene como jurados a profesionales del medio y directores generales creativos de distintos países.

“Fue una emoción muy grande cuando vimos los resultados publicados. Nos comentaron que Uruguay nunca había traído un oro en esta categoría y no lo podíamos creer. Es como que un equipo uruguayo llegue a la final de la Libertadores con el Corinthians y se la luche a puro corazón”, contaron los jóvenes de 23 años a Montevideo Portal, aún con la alegría a flor de piel por semejante distinción.

El premio: “smart wi-fi”

El premio, a nivel estudiantil, es el más importante de Iberoamérica. No hay festival que premie creatividad más importante que el FIAP en el continente. Sí a nivel mundial, pero no a nivel continental, tanto para jóvenes como para profesionales.

“Este Sol de Oro es re importante para nosotros, para saber que vamos por buen camino. Que un festival de la magnitud del FIAP, que hace gran hincapié en el desarrollo de la creatividad, destaque una pieza nuestra, nos entusiasma para seguir metiendo”, sostuvieron.

El tema del proyecto era libre y ellos optaron por publicitar una red de wi-fi inteligente para el Ministerio de Educación y Cultura. La idea fue promocionar una conexión protegida para parques y puntos de recreación, con una contraseña que surja de la respuesta a una pregunta de interés cultural.

“En los últimos seis años siempre ganaron argentinos y brasileños, que son los más fuertes en este rubro y que están, en teoría, varios escalones más arriba. Tienen la industria publicitaria mucho más desarrollada”, comentaron Maxi y Nico, quienes llevan un par de meses trabajando en la agencia Neto Montevideo.

Las diferencias con Argentina y Brasil: “son grandes pero se están acortando”

“Los clientes que manejan las agencias de Brasil y Argentina suelen disponer de presupuestos mucho más abultados que los de acá, lo cual nos obliga a desarrollar una creatividad que no sólo sea buena, sino también barata. En el caso de esta pieza para el FIAP por suerte no nos condicionaba por tratarse de una categoría de estudiantes”, explicaron.

Pese a esas diferencias, ambos coincidieron al señalar que si bien los países limítrofes de Uruguay “están muy por arriba, últimamente, y fruto de un cambio de cabeza de toda una generación nueva de publicistas, esas distancias se están acortando a pasos agigantados”.

“Uruguay en su historia había ganado cuatro leones de Cannes, todos en 2012 (Cannes es el festival publicitario más importante del mundo), y sólo en el último Cannes, en 2014, se llevó un León de oro, tres de plata y uno de bronce. Es un gran cambio de paradigma”, recordaron.

La inserción laboral en Uruguay y el gusto por crear

“El tema de la inserción no es sencillo porque es un ambiente reducido, pero tiene la ventaja de que con buenas ideas el camino te lo vas abriendo vos”, reconocieron, y agregaron que “querer las ideas es salir a buscarlas”, ya que “para vivir de las ideas es fundamental tener claro que no van a caer del cielo”.

“Por suerte hay escuelas de creativos que están metiéndole duro al tema de las próximas generaciones, direccionando un poco los esfuerzos para que tiremos todos para el mismo lado”, contaron. En esa línea de acción destacaron a su escuela, Brother Montevideo, que los apoyó en la presentación de la idea al FIAP.

“Nosotros estamos trabajando en la agencia 'Neto Comunicación', a la que estamos recontra agradecidos por confiar en nosotros y darnos esta divina oportunidad”, señalaron Nicolás y Maximiliano, quienes dijeron estar a gusto con lo que hacen ahora, ya dentro de la industria publicitaria uruguaya.

“¡Nos gusta mucho! Es completamente distinto a la vida del estudiante, que tiene sus libertades. En las agencias tenés libertades también, pero no hay que perder de vista que estás trabajando para clientes reales, con problemas reales: hay que ofrecer soluciones reales. Eso es divino”, concluyeron.