Australia: trabajador que se emborrachó e insultó a sus jefes obtiene fallo favorable

Los hechos ocurrieron en diciembre pasado, durante la fiesta de despedida del año de una empresa cuyo nombre no se reveló, pero que se dedica a la construcción de carreteras y mantenimiento vial.

En esa ocasión, un empleado -cuya identidad tampoco se divulgó- bebió "alrededor de diez cervezas", y bajo los efectos del alcohol mostró un comportamiento impropio y agresivo. Descrito con mayor detalle, lo que el hombre hizo fue propasarse con algunas damas, para luego dirigirse a sus superiores jerárquicos y regalarles unos gruesos calificativos.

Cuando el trabajador regresó a su puesto en enero, fue despedido debido a sus notorias violaciones al código de conducta de la empresa.

Sin embargo, el díscolo trabajador no se quedó de brazos cruzados, y elevó su caso a la Comisión de Trabajo Justo (FWC, pos sus iniciales en inglés).

Dicha comisión respaldó la demanda del empleado despedido, alegando que la firma no puede insistir en que se observe su código de conducta durante una fiesta donde el alcohol -proporcionado por la propia compañía- corre libremente.

"Es contradictorio y contraproducente para un empleador exigir el cumplimiento de sus normas habituales de comportamiento en un evento, pero a la vez permitir el suministro ilimitado de alcohol en ese mismo evento", sentenció Adam Hatcher, vicepresidente de la FWC.

"Si el alcohol se sirve de esa manera, resulta totalmente previsible que algunos individuos consuman una cantidad excesiva y se comporten de forma inapropiada", agregó el funcionario, destacando que además no había evidencia de que el empleado hubiera incurrido en mala conducta en el lugar de trabajo, ya que el "episodio aislado" se había producido en una fiesta.

Así las cosas, la firma deberá restituir al trabajador despedido, o indemnizarlo en tiempo y forma.