Contenido creado por Gerardo Carrasco
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Alas de libertad

Crea sistema para ahorrar cientos de dólares en pasajes, y las aerolíneas quieren su cabeza

Joven crea sistema que permite al pasajero ahorrar hasta 250 dólares en pasajes de avión, y las aerolíneas quieren su cabeza.

02.07.2015 14:18

Lectura: 5'

2015-07-02T14:18:00-03:00
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Montevideo Portal

¿A quién no le gustaría ahorrarse más de 200 dólares en un pasaje de avión? Páginas muy populares como Skyscanner permiten averiguar cuándo es el mejor momento para viajar o incluso, si no nos importa mucho el destino, qué trayecto resulta más barato. Pero existen tácticas más sofisticadas y un tanto turbias, que aprovechan resquicios legales con el objetivo de ahorrar unos cuantos pesos. Un joven neoyorquino de 22 años convirtió una de estas estrategias en una plataforma web para facilitar las búsquedas al usuario. Y entonces las aerolíneas desenterraron el hacha de guerra.

Aktarer Zaman fundó Skiplagged en 2014 con la idea de convertir las molestas escalas en los aeropuertos en una forma de ahorro, según informa el periódico madrileño El Confidencial. Para ello, la web apela al método de la "ciudad oculta", como se conoce en inglés, y que no tiene nada nuevo. Sucede que los precios de los vuelos no dependen en exclusiva de la distancia recorrida, por lo que suele darse el (irónico) caso de que viajar, por ejemplo, de Londres a Atenas con escala en Roma, sea más barato que hacerlo sólo hasta la capital italiana. Al tanto de ello, algunos viajeros ya utilizaban la técnica que el joven ingeniero volcó en su página, facilitando la búsqueda mediante una plataforma online.

En eso consiste Skiplagged: en vez de buscar un vuelo directo hasta el destino elegido, encuentra un viaje que haga escala en ese lugar deseado, y que salga más barato. Una vez allí, el pasajero se baja y se "olvida" de subir al siguiente avión. Este método, asegura Zaman, puede suponer un ahorro de más de 250 dólares, y ya ha atraído a más de 200.000 usuarios. Las ofertas se dan sobre todo en vuelos transatlánticos con ahorros que pueden alcanzar el 65 %, una cantidad nada despreciable para viajes tan caros. Y por supuesto, es posible buscar trayectos normales como en cualquier otra plataforma similar.

Este truco no es ilegal, pero dista mucho de ser aceptado por las aerolíneas. Los motivos son evidentes: quedarse en la ciudad de la escala supone dejar vacío un asiento al destino final. Esto implica una pérdida económica para la empresa, que podría vender ese billete a otro pasajero. También afecta a futuros clientes que no podrían viajar porque el avión está lleno, aunque luego viaje medio vacío.

Por estos motivos las aerolíneas se lanzaron a la yugular del joven Zaman, a pesar de que su plataforma ni siquiera ofrece la posibilidad de comprar vuelos. Simplemente informa de qué viaje contratar con qué compañía y hasta dónde, y luego el usuario se las arregla. Esto no impidió que Orbitz y United Airlines lo demandaran por interferir de forma "intencional y maliciosa" en los negocios de la industria, lo que podría causar problemas "logísticos y de seguridad" para las compañías y sus clientes.

Zaman no dudó en defender su proyecto y devolvió el golpe con una campaña de crowdfunding para sufragar la ayuda legal necesaria. Consiguió más de 70.000 euros gracias a ella, aunque de momento los necesitará, ya la denuncia se radicó en Chicago, pero Skiplagged está en Nueva York, por lo que el juez desestimó el caso el mes pasado. Sin embargo, el creador de Skiplagged no baja la guardia. "Dado que las razones son técnicas, no hay motivo por el que no puedan volver a intentarlo", dice.

El método de la ciudad oculta puede ser útil de forma puntual, pero no es la panacea. De hecho plantea una serie de riesgos a tener en cuenta. De hecho, algunos expertos consideran que estos peligros sobrepasan ampliamente cualquier ahorro, aunque lo mismo podría decirse de viajar en un coche de Uber o dormir en la casa de un extraño mediante couchsurfing.

En primer lugar, la mayoría de aerolíneas tienen una política clara al respecto: si fallas un vuelo se cancela el resto del viaje. En otras palabras, pierdes la vuelta a casa. La solución pasa por comprar dos viajes a ciudades ocultas por separado, pero como los billetes de sólo ida son más caros el ahorro final puede llegar a esfumarse.

Tampoco es posible facturar equipaje alguno, ya que este va directamente al destino final y no es posible recogerlo a mitad de camino. Además, al comprar el billete la compañía se compromete a llevarte de A a C, pero no a que la escala B se mantenga: en ocasiones el punto intermedio puede cambiar por las condiciones meteorológicas (en un 2,5 % de los casos) y el usuario acabaría en otra ciudad.

Por último, como ya hemos dicho, las aerolíneas no toleran este comportamiento aunque no sea ilegal, y no piensan facilitarlo. El viajero se arriesga a que la empresa le cancele su tarjeta de fidelidad con todos los puntos que tenga. Y si alguien se atreve a intentarlo es mejor que lo haga con la máxima discreción.

Skiplagged y su apuesta por las ciudades ocultas no es ilegal, pero buscar vuelos de esta forma puede acabar mal para el viajero si no tiene cuidado. Valga la pena o no, la innovación de Zaman le ha valido la enemistad del sector de una forma que recuerda a Uber. Quizá la cosa termine con la extinción de la plataforma por la vía judicial, pero no puede decirse que el joven neoyorquino no lo haya intentado.

 

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