En rueda de prensa realizada esta mañana a través de Webinar, el secretario general de Latin NCAP, ingeniero Alejandro Furas informó detalladamente los principales aspectos del nuevo protocolo.
Antes de ingresar en los items puntuales, subrayó la importancia de destacar que los vehículos calificados bajo el actual protocolo, vigente hasta el 31 de diciembre de 2015, no validan su puntuación para el que entrará en vigor desde el 1º de enero de 2016.
Sin perjucio de que puedan volver a testearse a partir de esa fecha o realizar las pruebas necesarias que le permitan calificar nuevamente, claro está.
También aclaró que con alguna excepción por ajustes puntuales en determinados items, desde que Latin NCAP comenzó su actividad, en el 2010, las modificaciones en el protocolo mantienen una periodicidad de tres años, vale decir que se actualizó por primera vez en el 2013 y la próxima será en 2016.
Por otra parte y para reafirmar esta transformación que elevará el nivel de seguridad de los autos que se vendan en la región, Latin NCAP renovará la imagen con la implementación de un nuevo logo del instituto y la de las estrellas utilizadas para calificar.
Comparativamente con las exigencias indicadas por Naciones Unidas, Latin NCAP marca una diferencia importante precisamente apostando a la mayor seguridad posible para los automóviles que se venden en sudamérica.
Entre las principales variantes a implementarse en el protocolo, para poder llegar a las cinco estrellas en el ocupante adulto los vehículos deberán lograr una buena puntuación en el impacto frontal, luego superar exitosamente el choque lateral y finalmente salir bien calificado también en el impacto de poste.
En el nuevo sistema de puntuación tendrá que obtener al menos 27 puntos de un total de 32 posibles.
Deberán además contar con un sistema aprobado de alerta de cinturón de seguridad en plazas delanteras, otorgándose puntos extras si también los tiene en los asientos de atrás.
Tendrá que tener Control Electrónico de Estabilidad, que al igual que el alerta del cinturón, será testeado antes de las pruebas de choque para comprobar su eficacia. Cabe acotar que este dispositivo es un asistente vital que según comentaba el propio ingeniero Furas, es capaz de salvar tantas vidas como cualquier otro elemento básico, tales como el cinturón de seguridad o las bolsas de aire.
Su función esencialmente se centra en mantener la estabilidad del vehículo cuando pierde la trayectoria, de tal forma que rápidamente el conductor pueda volver a ejercer el control sin que llegue a producirse el siniestro. Situación que generalmente se plantea ante la falta de adherencia con el piso, sea por una superficie resbalosa u otro tipo de anomalía.
En el caso del ocupante infantil, se toman en cuenta los aspectos dinámicos (que ahora suma el impacto lateral), la instalación del SRI (sistema de retención infantil) y el equipamiento del vehículo que incluye la calidad de la información y las instrucciones para colocar la silla correspondiente.
Por otra parte, el instituto hace su evaluación de este tipo de equipamientos. La puntuación ahora, para lograr 5 estrellas en la seguridad del ocupante infantil, debe llegar a 40 puntos de un total de 49 posibles.
De todos modos, en cualquiera de los test, siempre que las pruebas evidencien un nivel de lesiones superiores a los previstos, automáticamente se da por finalizada y se califica el vehículo con cero estrella.
Por otra parte Latin NCAP premiará la utilización de otras tecnologías de avanzada que aporten seguridad a las personas. Tal es el caso del sistema autónomo de frenado de emergencia, que bien puede detener completamente el vehículo ante una situación de riesgo inminente, o bien alertar al conductor para que éste lo haga en forma inmediata.
Otro elemento que también entra en este item es la protección al peatón, que puede pasar por una concepción estructural adecuada, no agresiva, o simplemente la utilización de materiales que sean capaces de amortiguar el impacto con la reducción consiguiente de lesiones. El instituto considerará positivamente también este aspecto.
Consecuencias
El ingeniero Furas reitera una vez más las diferencias que existen entre las exigencias europeas y las nuestras en América Latina. Por ejemplo y a modo ilustrativo, mientras que allá en 1996 se tomaban en cuenta los impactos frontal y lateral, además de los frenos con ABS entre otros aspectos, y en el 2014 se incluía el control de estabilidad (ESC), aquí en el 2014 estábamos con el impacto frontal y frenos con ABS y recién en el 2018 es posible que se exija el ESC, pero solo en los modelos nuevos vendidos en Brasil y Argentina.
Dentro de sus consideraciones surgen además la falta de compromiso de la mayor parte de los gobiernos de la región, que en muchos casos ni siquiera evalúan la necesidad de adecuar sus legislaciones, tanto en base a decretos directos como con la instrumentación de incentivos fiscales para promover la venta de autos más seguros.
Por otra parte las marcas, que previamente a este anuncio fueron notificadas de los cambios, manifestaron su resistencia al aumento del nivel de exigencias.
Modificación que indudablemente aumentará considerablemente los costos de las pruebas de evaluación para Latin NCAP y requerirá un volumen mayor de inversión por parte de las entidades asociadas que respaldan su gestión.
