Cómo evitar las "uñas del corredor"

En léxico clínico a la "uña negra" se le conoce como hematoma subungueal, y aparecen debido a un hematoma o a una acumulación de sangre debajo de la uña. En Vitónica explican cómo aparecen y qué se puede hacer para evitarlas.

Debajo de la uña, al igual que en cualquier parte del cuerpo, pueden aparecer hematomas por diversas razones. Una de ellas es un fuerte golpe o traumatismo con un objeto contundente, y la otra, la más frecuente entre corredores, son los microtraumatismos a los que se ven sometidos los dedos con cada zancada de carrera.

Mientras se corre pueden producirse estos microtraumatismos de repetición en los que las uñas, sobre todo la del dedo pulgar, queda atrapada entre el interior de la zapatilla y la plantilla de la misma.

Consejos para evitar las "uñas del corredor"

Utiliza zapatillas del talle correcto, ni más grandes ni más chicas. Lo ideal a la hora de comprar unas zapatillas es medir la planta de nuestro pie, desde el talón hasta el dedo más largo (que no siempre es el pulgar) y añadirle a esta medida medio centímetro más. Esto es importante sobre todo si compramos el calzado online y no podemos probarlo previamente en una tienda. Si las probamos en tienda, una buena manera de saber si la talla es correcta es ponernos la zapatilla, atarla y desplazar el pie hacia delante hasta que el dedo más largo toque la puntera: entre nuestro talón y la zapatilla debe caber nuestro dedo índice.

También es necesario prestar atención a la forma de la puntera. Algunos diseños de zapatillas tienen una puntera muy estrecha que puede facilitar la aparición de uñas negras. Debemos encontrar un modeo con la puntera lo suficientemente ancha como para que estemos cómodos con ellas y los dedos no se encuentren apretujados. Las zapatillas minimalistas suelen contar con una puntera más ancha que las hace muy confortables.

Renovar periódicamente el calzado de running también es importante a la hora de prevenir la aparición de uñas negras. La vida útil de una zapatilla se encuentra alrededor de unos 1.000 kilómetros, y a partir de ese momento conviene cambiarlas por unas nuevas.

Elije la forma de atar los cordones. Para aliviar la presión en la puntera solo tenemos que cruzar el cordón en diagonal desde el ojal más cercano a nuestro dedo gordo hasta el último ojal del lado opuesto.

El cuidado de los pies del corredor es muy importante, y sus uñas no son una excepción. Mantenerlas limpias y cortadas, bien a ras del dedo, evitará que se reduzca el espacio disponible entre la uña y la zapatilla.

Usar medias adecuadas para mantener el pie seco durante nuestro entrenamiento. Esto evitará que se deslice dentro de la zapatilla y que los dedos golpeen contra su parte interior.